¿Por qué miles decimos no a la minería?

Lectores, bajo ninguna circunstancia pretendamos imponer algo, sea lo que sea: Un proyecto, una forma de pensar, etc. El bienestar de la sociedad, radica en la medida en que se procure el bien común, no el individual.
A decir verdad, la oposición de miles ante el Proyecto Minero Crucitas, en Costa Rica, se fundamenta justamente en eso, la defensa del bien común.
Seamos realistas, reconozcamos, tomémonos el tiempo requerido para analizar: Costa Rica es un país privilegiado, cuenta con un alto porcentaje de biodiversidad, la riqueza natural que posee, no solamente le ha llevado a ser uno de los destinos preferidos por muchísimos turistas, sino que le ha convertido en una de las naciones, cuyos habitantes poseen una mayor calidad y esperanza de vida. Esto último, según estudios efectuados por universidades altamente prestigiosas a escala mundial.
Por lo dicho en el párrafo anterior, ¿Cómo podemos estar de acuerdo con un crimen de semejantes magnitudes?, estarlo equivale a otorgar aprobación para acabar lentamente con nosotros mismos.
Si, así como se los estoy diciendo, no estoy exagerando, la minería significa terminar con nosotros mismos, ello por una sola razón: El oro, irrefutablemente se encuentra en las profundidades de la tierra, por lo que para extraerlo, es inevitable, hay que quitar toneladas de material, hacer un enorme hueco, expresado en otros términos. En ello consiste el inicio de la construcción de una mina, lo cual también implica, cortar todos los árboles que hayan en el lugar, afectando así la vida de gran cantidad de especies que dependen de estos para sobrevivir.

Ah, un momento por favor, el problema no está solo en la tala o corta de árboles, va más allá de eso, ya que se da la utilización de productos potencialmente tóxicos, como lo es el cianuro. El cual, tras cumplir con su función, lo único que hace es contaminar el ambiente, contaminar el agua, poniendo en peligro a todos los seres vivos en general.

¿Qué consecuencias originan los productos que se usan en la minería al llegar al agua? Nada más y nada menos que la muerte, antecedida por enfermedades supremamente graves.

Ah, y… ¿Si abonado a todo lo citado, le sumamos la gigantesca cantidad de accidentes con resultados fatales, que han ocurrido en las minas en varias partes del mundo?, ¿Cuál debería ser nuestra actitud ante el nefasto Proyecto Minero Crucitas?, ¿será que tenemos que negociar, o mejor dicho vender lo que no se vende?, es decir, ¿será que tenemos que ceder ante la presión que ejercen sus promotores y vendernos, vender la vida?, ¿se justificará la tala de 12231 árboles, en conjunto con el daño a generar a diversas especies que sobreviven de los mismos, todo para brindar unos pocos y a su vez riesgosos empleos?.
La respuesta a todas estas preguntas es un vehemente no, si verdaderamente nos amamos, si añoramos preservar la buena calidad de vida, tanto para nosotros, como para las futuras generaciones, no permitamos, basados en el respeto, luchemos incansablemente para frenar de una vez por todas y para siempre, todo lo que viola nuestros derechos, lo que amenaza nuestro bienestar.
Fuertemente, ¡digamos juntos un rotundo no a Crucitas!