Reflexión y saludo de Navidad.

En una fecha tan especial, me complace compartir con ustedes esta hermosa reflexión.
¿Cuál es el mejor regalo que puedo darle a mi amada esposa?
Cuentan que una vez, un joven caballero, de aproximadamente 27 años. Quien: Era un excelentísimo profesional, poseía un buen trabajo y hace algunos pocos años se había casado con una brillante y atractiva chica. Al llegarse la primer celebración de aniversario, la cual, por casualidad, coincidía con la Navidad. Algunos días antes de que se llegara dicha fecha, una tarde, tras culminar su jornada laboral, decidió no irse directo a casa, sino… Aprovechar para ir en busca del regalo que le daría a su amada, aquella gran noche.
El: Elegante, enamorado y recién casado hombre, a lo largo de esa tarde. Caminó demasiado, visitó todas las tiendas, todos los centros comerciales y las joyerías existentes en la ciudad donde residía. Ni tan si quiera le importó lo agotador que le resultaría la caminata. Estaba dispuesto a todo, con tal de conseguir aquel grandioso presente, con el que… Le demostraría una vez más a su mujer lo enamorado que se encontraba, todo lo que estaba dispuesto a hacer porque ella se sintiera la persona más feliz del mundo junto a él.
Finalmente, en la última joyería que visitó, le mostraron un precioso anillo. Le encantó, lo compró. Ahí mismo, vio unas hermosas cajitas en las que se podía envolver el regalo. Estas eran en diversas formas. Entre ellas, había una casita. También la compró, depositó el anillo en ella y… Dando las gracias, se marchó. Sin embargo, cuando se montó en su carro, para dirigirse hacia su oficina, a guardar el presente, de modo que su esposa no lo pudiera interrogar respecto al paquete y lo descubriera antes de tiempo. Aunque se sentía satisfecho por lo que había adquirido, seguía inquieto, dudaba si eso era suficiente muestra de amor.
Por tal motivo: Se dirigió hacia un lugar un tanto alejado de la ciudad, específicamente a una montaña. Ello, para intentar despejar su duda con un famoso sabio. Al estar ahí, Y… Tras saludar, tras haber entrado en confianza con el misterioso personaje, cuyo hogar era una sencilla cueva y quien tenía como única compañía las creaturas de la montaña. Le expuso con detalle el caso, incluso le mostró lo que consiguió. Le dijo que… Se sentía feliz, pero al mismo tiempo pensaba que ese detalle para su princesa, no estaba completo. Entonces, le formuló la pregunta: “Además de esto que ya poseo”, ¿Cuál es el mejor regalo que le puedo dar a mi amada esposa? El sabio respondió: “Más allá de esto, tú mismo eres el regalo”, “dedícale una buena… No tanto cantidad… Sino… Calidad de tiempo”, “preocúpate por hacerle saber mediante tu comportamiento que la amas”, “pues… A fin de cuentas… Lo material aunque tiene su significado es temporal”.
El caballero: Agradeció al sabio, se despidió y se fue. Ahora sí, se enrumbó a su oficina, guardó el presente y se trasladó a casa.
La gran noche, a la hora de entregarle el regalo a su princesa, hizo todo, tal y como el sabio le aconsejó. Dichosamente, Logró su objetivo, ambos tuvieron una vida feliz juntos.
Ojalá que el amor, sea el regalo principal en esta fecha tan especial.
¡Feliz Navidad para todos!!!, ¡un fuerte abrazo!!!.