En despedida del 2011 y bienvenida al 2012.

Amigos, cada año es como un libro que se abre, con el fin de que escribamos nuevos capítulos de nuestra vida. Pero… No simplemente para que los escribamos y se queden ahí. Pues… En la gran mayoría de los casos, los capítulos de ese libro están conformados por metas específicas que procuramos alcanzar, con un único objetivo, llegar a la fuente de la felicidad. La cual, vale destacar, no es la misma para todos los seres humanos. Cada individuo posee su propia fuente de felicidad, la misma, se encuentra inevitablemente, ligada a talentos, a habilidades innatas que cada quien va descubriendo y desarrollando a medida que crece.
Ah… Pero… ¡Un momento por favor!!!. El asunto no termina aquí, va mucho más allá. Debemos tomar en cuenta, lo que esta, amiga y servidora, ha mencionado en múltiples ocasiones: Nacimos en sociedad, no en aislamiento ni a medias. Todos necesitamos de todos, al apoyarnos los unos en los otros. No solo, solventaremos las necesidades básicas de supervivencia. También, se nos facilitará el encuentro con eso que he venido citando a lo largo de este artículo. Sí… Con la fuente de felicidad.
Por tal razón, considero que: Esta es una ocasión demasiado especial, que es preciso aprovechar para extender un profundo agradecimiento, al Supremo Creador y a todas aquellas personas que… De una u otra manera, me han tendido su mano, en mi lucha por lograr ese importantísimo objetivo. Así como para: Invitarles cordialmente a que NO abandonen sus metas, NO se nieguen la oportunidad de crecer como personas y… ¡Ser felices!!!.

¡Feliz y próspero 2012 para todos!!!.