Pasear con la mascota va más allá de un asunto de diversión, implica responsabilidad.

El tema de hoy es sumamente cotidiano, tan cotidiano como… Cinco o seis días a la semana, levantarse temprano y prepararse para dirigirse a trabajar o estudiar. Sí, se trata de algo que observamos muy a menudo y que tiene detalles a tomar en cuenta a la hora de realizarlo, pero… que pese a su gran importancia, lo dejamos pasar por alto, e incluso, es un asunto, del que pocas veces nos detenemos a analizar las consecuencias. Me refiero al hecho de salir de paseo en compañía de la mascota (específicamente a la responsabilidad que ello conlleva).

Estoy completamente segura de que: La gran mayoría de ustedes, mis amigos y lectores, coinciden conmigo en cuanto a que… Cuando tenemos una mascota, un perro en la mayoría de los casos, nos encanta que se llegue el fin de semana. Esto porque, en conjunto con la familia contamos con la oportunidad de realizar una caminata en las cercanías del lugar en donde vivimos y aprovechar para llevarle a dar un paseo, o bien… si se dispone de carro, se organiza un viaje a un sitio un poco más alejado e indudablemente también se incluye a la mascota. Dicha actividad es disfrutada por todos, empezando por los más pequeños de casa, pues constituye: Una diversión, una manera de compartir en familia, así como una alternativa para dejar a un lado, al menos por un rato, el estrés del diario que hacer,.
Sin embargo, es hora de efectuar un alto en el camino y brindarnos un tiempo para analizar, para reconocer que el realizar esta bonita actividad recreativa, nos llama a pagar un precio. Sí sí, sé que probablemente se están preguntando que… ¿Qué quiere decir Elpidia con que al sacar de paseo a la mascota (al perro), se debe tener presente el precio a pagar? Tranquilos, no, no se trata de un nuevo impuesto municipal o precio monetario. Consiste en asumir un compromiso inherente a las necesidades fisiológicas del animal que sacamos a caminar. Y, hago un paréntesis acá para pedirles disculpas por expresarme así, más lo hago con el fin de que quede claro al punto donde pretendo llegar, que es este: Sacar un perro a caminar no consiste simplemente en ponerle el collar, la cadena y salir, es nuestro deber en calidad de dueños, andar bolsas plásticas y todo lo que consideremos necesario, pues si al perro se le antoja hacer caca en media acera, no es correcto dejarla ahí e irnos tranquilamente, como si nada hubiera pasado, atenidos a que hay empleados municipales que limpian las aceras.
El decir, “que limpien los de la muni, ¡para eso les pagan!!!”, es una actitud, más que irresponsable, egoísta, desconsiderada hacia los demás. Ya que: El dueño del perro si sabe dónde dejó la caca el animal, pero los demás no, ah, y que no me digan que para eso las personas poseemos ojos y el don de la vista para fijarnos y no pasar por encima de ella, o que existe la posibilidad de caminar y cambiar la ruta emprendida, porque… ¿Qué hacer si el transeúnte es no vidente o usuario de silla de ruedas y la caca está en media acera?, además, la no limpieza, trae como consecuencia malos olores, por ende contaminación ambiental y finalmente, lo inevitable e innegable, un problema de salud pública.
Por lo tanto: De una manera muy respetuosa invito, a que por el bien de todos, y en pro de una buena imagen del lugar en que vivimos y de nosotros mismos, nos hagamos responsables de las necesidades fisiológicas de las mascotas.

Nota: Soy consciente de lo asqueroso que resulta agacharse a limpiar, y de que la práctica de andar bolsas plásticas no es común para muchos. Mas esto, en virtud de altas multas por falta de higiene. En varios países ha tenido un excelente impacto positivo en calidad de vida para los habitantes, y no creo que… ¡Estemos esperando que rijan multas para ejecutar una acción que nos beneficia a todos!!!.