Prisioneros a causa de la inseguridad.

Sí, estoy totalmente consciente de que… Ya en múltiples ocasiones he tocado en este espacio el tema de la inseguridad. Sin embargo, debido a un correo que recibí, tomé la decisión de abordarlo nuevamente.
Una amiga me escribió y me dijo tras un breve saludo lo siguiente: “Como usted ya sabe, soy una madre sola, tengo dos hijas, una de ellas presenta esclerosis múltiple (la mayor), por ello depende de una silla de ruedas para movilizarse, además presenta discapacidad visual, yo debo luchar por ellas valiéndome solamente de la ayuda que me brindan mis hermanas y mi madre”. “Sin lugar a dudas, la adversidad no debe de ser un motivo para desfallecer, existe un Dios que no nos abandona, pero… ¡Como duele saber que hay personas que se complacen en hacer el mal a los demás!!!, en: Matar, asaltar, etc, ayer desafortunadamente, yo fui la víctima, me quitaron todas mis pertenencias, mis papeles y el poquito dinero que llevaba para comprar lo que necesita mi hija mayor”. “Doy gracias a Dios porque no sufrí ningún tipo de agresión, porque estoy viva para contar lo ocurrido, y porque había dejado a la muchacha en la casa con la familia, mas… La tristeza que origina la amarga experiencia, hace que mi mente sea invadida por una pregunta, ¿será la falta de leyes la causa de la inseguridad en Costa Rica?”.
Pues bien, a esa interrogante que invade la mente de mi amiga, y probablemente la de muchísimas personas más, otorgo respuesta a continuación.
Amigos, el problema no radica en la falta de leyes, ya en Costa Rica tenemos demasiadas. El asunto está en que:
• La legislación existente, no se ajusta a nuestra realidad, es decir, se encuentra desactualizada.
• En diversas oportunidades, las leyes quedan únicamente en el papel, no se hacen cumplir.
• Bajo argumentos tan absurdos, como… El hecho de que la persona acusada no cuenta con historial delictivo, las autoridades judiciales se limitan a imponer medidas cautelares, medidas que por lo general no dejan una lección en el individuo.
• Poseemos un sistema educativo disfuncional e inhumano. Mediante el cual, no son fortalecidos los valores, además de que nuestros niños y jóvenes son tratados como máquinas almacenadoras de información, son tratados como máquinas de producción y no como seres humanos.

De ahí que: Mientras no se actualice la legislación, mientras las autoridades competentes no luchen por hacer cumplir esta como corresponde, mientras no se establezcan severas y aleccionadoras sanciones en el caso de los diferentes delitos, y… Mientras el sistema educativo no se enfoque en el fortalecimiento de valores (no se humanice). Continuaremos inmersos en un estado de total indefensión, seguiremos siendo prisioneros a causa de la inseguridad.