Y… ¿Ahora qué?.

Amigos, esta es la interrogante que invade la mente de muchos, tras enterarnos, gracias a los diversos medios de comunicación, de que un padre de familia, fue capaz de vender a sus hijos para pagar una deuda.
A decir verdad, resulta increíble que un papá, quien debe ser un protector, quien debe ser la fuente de seguridad y amor para sus hijos, quien debe ser un guía, (el maestro que forma individuos responsables), capaces de servir a la sociedad correctamente, basándose en altísimos valores. Tome la fatal decisión de venderlos, como solución a una deuda.
Lectores, ¿dónde quedaría el amor paterno en este caso?, díganme ustedes, ¡no existe ninguna razón que justifique semejante crímen!!!, ¡acaso el ser humano es un objeto fabricado por los extraterrestres que lo puedo comprar y vender a mi antojo!!!.
No, no es así, todos fuimos creados por un Ser Supremo, por ende, merecemos respeto.
De ahí que: Ojalá y en esta oportunidad no ocurra lo que se ha dado en otras. Que salen las autoridades encargadas de impartir justicia, hablando en los medios, diciendo que es una barbaridad, que el acusado merece ser castigado con todo el peso de la ley, pero… De ahí no pasan. Esperamos que este hombre, al igual que toda aquella persona que cometa cualquier delito, enfrente las consecuencias de sus actos, tal y como tiene que ser, y que argumentos tan absurdos como el entregarse voluntariamente a la justicia, no contribuyan al crecimiento de los índices de impunidad en el país.