Son contratados para atender al público pero no saben desempeñar su labor correctamente

Todos sabemos que: Indiferentemente a la labor que desempeñemos es importantísimo saber atender al público, resulta imprescindible la cortesía, la prontitud, el respeto e indiscutiblemente el modo, es decir la manera en que se le atiende a las personas, sin lugar a dudas, se da una imagen completamente distinta a la gente sobre nosotros y sobre la empresa o institución a la que representamos si lo hacemos con cortesía, prontitud, respeto y una actitud gustosa, a si optamos por comportarnos de la manera completamente contraria a la expuesta anteriormente, por tal razón el tema debe interesarnos a todos, ya que al final, de ello depende el prestigio nuestro, así como el de la empresa o institución en la que trabajamos.
Resulta sumamente incómodo al llamar o bien al asistir a una empresa, institución, tienda o un centro comercial con el fin de adquirir un artículo o servicio y ser atendido por alguien que… Simplemente no tiene la capacidad requerida para hacerlo como se debe, eso es decepcionante, ¿cierto?, lo mejor que nos puede suceder es que al llamar, al llegar a un determinado lugar, nos reciban con un: buen día, buenas tardes, buenas noches, ¿en qué le podemos servir?, y que al despedirnos y manifestar nuestro agradecimiento la respuesta sea, con mucho gusto, estamos para servirle.
Muchos suelen considerar que el tema tiene su grado de importancia, pero no el suficiente como para que el interesado en adquirir ya sea los artículos o bien los servicios que se brinden le preste importancia e influya en el concepto personal a formarse el individuo respecto al funcionario o la entidad visitada, a quienes piensen así, lamento comunicarles que están muy equivocados.
Me imagino que una alta cantidad de lectores (amigos y amigas), se han de estar preguntando que: ¿A qué se debe tanta preocupación por parte de esta servidora en cuanto al asunto?, bueno, la respuesta es sencilla y…Me perdonan por si lo que voy a decir les suena un tanto fuerte, pero me gusta ser sincera, los seres humanos vinimos a este mundo para servirle a los demás y no para servirnos a nosotros mismos, esa es una contundente realidad, reconozcamos, para subsistir es indispensable servirle los unos a los otros, exactamente así es, para enterarnos de ello basta con realizar un recuento de las necesidades que todos tenemos, solamente por citar unos cuantos ejemplos, para nadie es un secreto que… Necesitamos del agricultor, del jardinero, del zapatero, del médico, del nutricionista, del dentista, del abogado, del periodista, del carnicero, de quienes fabrican ropa, del farmacéutico, etc, sin dejar de lado lo que en varias ocasiones he dicho, fuimos creados para vivir en sociedad y no en aislamiento, lo cual implica poseer la capacidad para relacionarnos mutuamente, así como tolerar las diferencias que por una cuestión netamente natural existan entre sí. Justamente la innegable realidad de necesitarnos mutuamente, al igual que el ser creados para vivir en sociedad, fue lo que me motivó a elaborar el presente artículo, en ningún momento con el afán de destruir mediante la crítica, sino más bien con el objetivo de invitar a la población en general a que de manera respetuosa solicite, tanto en instituciones como en centros comerciales ser atendidos adecuadamente, también es un llamado para que los empresarios y autoridades de diversas entidades, al contratar a su personal valoren algo más que el título, sin duda el título es parte pero una adecuada capacidad para otorgar atención al público es primordial. La cortesía, el respeto, la prontitud, una actitud gustosa (positiva, placentera), es el camino para construir un mundo mejor, más sensible, más solidario, más humano, un mundo con una mayor consciencia respecto al valor que posee servir los unos a los otros, en el que nos veamos motivados a trabajar no en nombre del bienestar individual, sino en nombre del bien común.