En el afán de atraer al público, el comercio genera una altísima contaminación sónica.

Es absolutamente indiscutible, el comercio necesita atraer al público para que adquiera sus artículos y servicios para subsistir, ya que de lo contrario el negocio muere y como inevitable consecuencia muchos no contarían con un trabajo que les proporcione los medios económicos requeridos para cubrir al menos las necesidades básicas de todo ser humano.
Para lograr dicha atracción al público, es común la utilización de diversas estrategias, las cuales van desde grandísimas ofertas hasta música en los establecimientos, mas… Ello en ningún momento debería incluir la contaminación sónica, no solo por el daño que se le causa al ambiente, sino también por una cuestión de salud pública y de respeto hacia esos posibles clientes.
Vale aclarar que: El objetivo del presente artículo no es que los centros comerciales operen a partir de ahora en absoluto silencio, pero sí es hacer ver que en muchas ocasiones se les va la mano con el volumen de la música en sus equipos de sonido, resulta sumamente incómodo al caminar por la ciudad el que no se pueda hablar con quien o quienes van a nuestro lado, simplemente por… Perdónenme por la expresión pero…
Simplemente por el escándalo que se tienen los negocios, digo escándalo porque el volumen es tan pero tan elevado que si alguien dice algo es… Imposible escucharle, por más que la otra persona se esfuerce en elevar al máximo el volumen de su voz, mas el asunto no queda ahí, está científicamente comprobado que el altísimo volumen al que se acostumbran muchos a escuchar música o ver televisión es la principal causa de sordera a nivel mundial, lo cual permite afirmar que el comercio pone en inminente riesgo la salud pública, así como también se encuentra comprobado que se genera una enorme contaminación ambiental, tal cual lo expresé anteriormente.
Ah… Todavía queda un aspecto muy valioso por tratar, bueno, al menos de una manera más amplia, que a decir verdad es el más valioso de todos, el respeto hacia los posibles clientes.
¿Cómo?, ¿qué le pasa a Elpidia?, ¿ por qué relaciona el que haya música en los centros comerciales con el respeto hacia quienes compran?, es lo que se han de preguntar varios lectores, amigos y amigas, y… En efecto esto tiene relación, es indispensable reconocer que no a todos agrada la música que generalmente tienen los negocios como se dice popularmente: “ A todo dar “, , abonado a ello se debe tomar en cuenta que la inmensa mayoría de gente que compra es precisamente la que no gusta de esa música y que lejos de invitar a entrar a los establecimientos, se provoca una huída o alejamiento, con toda razón, seamos realistas, el escándalo, la bulla o... como usted desee llamarle, no es lo que cautiva al consumidor, a quienes consideren que con la bulla se logra la conquista, lamento comunicarles que están equivocados, ahí no está la clave del éxito, la verdadera clave o fórmula radica en: La gentileza, prontitud con la que se atiende a las personas, sin dejar de lado la calidad de los artículos y servicios que se brinden, al igual que las promociones, son un imán para el comprador.
En honor al bien común, invito al comerciante a moderar el volumen de la música en los equipos de sonido de sus respectivos locales y al consumidor le invito a que con la diplomacia del caso, no se canse de solicitar salud, la cual incluye un ambiente libre de contaminación sónica, así como solicitar respeto.